Desde hace poco tiempo, las áreas de promoción y marketing están empezando a incluir dentro de sus objetivos acciones o implementaciones digitales. Y no es para menos, ya que los usuarios están cada día consumiendo algún tipo de producto digital; interactuando en redes sociales, navegando en motores de búsqueda (Google, Bing, Yahoo!) o simplemente conectados a su Smart phone, donde tienen acceso a estos medios.

Antes de tomar una decisión de compra, los consumidores cada vez con más frecuencia acuden a Internet. Es en este espacio donde hacen la investigación previa a su decisión final. Es por esto que las organizaciones no pueden dejar de incluir en su planificación estratégica anual, acciones digitales que sean transversales en toda la organización.

Ahora, al implementar estrategias digitales, primero hay que tener claridad de cuáles son los objetivos que la organización está buscando, cuál es su mercado, dónde están sus consumidores, en qué rangos de edades se encuentran, qué es lo que está haciendo su competencia, y más.

Una vez identificado todo esto, se podrá tomar la decisión de realizar una estrategia digital y definir los canales digitales disponibles para su aplicación. Quizá su organización no requiera estar en Facebook, por más que sea la Red Social más grande del mundo, quizá la estrategia correcta sea realizar acciones de SEM o SEO.

Por lo tanto, cuando se toma la decisión de realizar estrategias digitales, se debe saber que las mismas tienen que ser parte de la estrategia de marketing de la organización, que a su vez sea parte de la estrategia global de la organización, y no tomarla como una acción aislada. Caso contrario se habrá gastado recursos innecesariamente y no se obtendrán los resultados esperados.